Adelanto... esta es la portada de interviú de mañana lunes, 17.11
La premiada actriz madrileña remueve la industria del cine X al exigir por contrato que solo hará las escenas que le apetezca y con quien ella quiera
Amarna Miller, otro porno es posible
Se imaginan a una alumna de Bellas Artes presentando como proyecto de fin de carrera un vídeo en el que una mujer se masturba hasta el orgasmo? Amarna Miller –nombre artístico de Marina., una madrileña de 24 años recién cumplidos– lo hizo y acompañó su audiovisual con un tocho de folios sobre la relación entre vídeo, arte y pornorgrafía. Sacó un 9,5 de nota y el jurado de la Universidad Europea de Madrid se quedó ojiplático. Ha pasado poco más de un año y esta pelirroja ha encontrado hueco profesional donde pocas veces puedes ser tú misma. Lo hubiera hecho bien como videoartista o comisaria de exposiciones pero decidió… practicar sexo. No es una chica sobredimensionada por la cirugía, podría ser tu vecina o la compañera de oficina. Y encima ha decidido que no le tosa nadie: Amarna solo rueda cine X con quien le apetece y solo practica aquello que le gusta. Nadie la obliga a nada. Su llamamiento en Internet a que actores y actrices se lean los contratos antes de grabar y la necesidad de tener apoyo profesional para gestionar las emociones en la vida normal la convierten en una auténtica revolución dentro de la industria porno.
Amarna Miller, otro porno es posible
Se imaginan a una alumna de Bellas Artes presentando como proyecto de fin de carrera un vídeo en el que una mujer se masturba hasta el orgasmo? Amarna Miller –nombre artístico de Marina., una madrileña de 24 años recién cumplidos– lo hizo y acompañó su audiovisual con un tocho de folios sobre la relación entre vídeo, arte y pornorgrafía. Sacó un 9,5 de nota y el jurado de la Universidad Europea de Madrid se quedó ojiplático. Ha pasado poco más de un año y esta pelirroja ha encontrado hueco profesional donde pocas veces puedes ser tú misma. Lo hubiera hecho bien como videoartista o comisaria de exposiciones pero decidió… practicar sexo. No es una chica sobredimensionada por la cirugía, podría ser tu vecina o la compañera de oficina. Y encima ha decidido que no le tosa nadie: Amarna solo rueda cine X con quien le apetece y solo practica aquello que le gusta. Nadie la obliga a nada. Su llamamiento en Internet a que actores y actrices se lean los contratos antes de grabar y la necesidad de tener apoyo profesional para gestionar las emociones en la vida normal la convierten en una auténtica revolución dentro de la industria porno.
Guapa Amarna!!!!!!!!!!
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